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seaurchin
Cuando la urgencia social no se pelea con el glamour. Este proyecto nace del cruce entre la teatralidad biomórfica de Alexander McQueen, la barraca de lorca, la paradoja del erizo de mar y el barroco entendido como “despiece y congelación” del movimiento plegado. En un barrio periférico de Arequipa, donde la urgencia es social, el comedor comunitario se materializa como una forma arquitectónica que no se importante en sí misma, sino en su movimiento de pliegue. Una estructura de apariencia frágil y programática, se cubre y aparecen 64 espinas articuladas: tules porosos, abiertas, filtran el sol andino y sombrean el comedor; cerradas, forman una armadura facetada donde la arquitectura se pliega en objeto. El edificio quedara suspendido a medio desfile. El resultado es una cáscara dramática que convierte los micro-mecanismos solares en ornamento, reivindicando la tecnología visible. Mobiliario metabólicos adaptable desmontan la ergonomía vitruviana, priorizando niñxs, ancianxs y cuerpos con diversidad funcional. Las espinas cosechan agua de lluvia y moderan la radiación UV, y el conjunto, cartilaginoso, convierte la urgencia alimentaria en espectáculo comunitario: un acto de couture social que viste de dignidad y placer a quien antes sólo recibía austeridad.