La fina barrera de un cilicio como represor o excitador del deseo en liturgias religiosas o bdsm*émicas, deja entrever los estigmas como orgullo o como prejuicio
Es necesario desprenderse de la noción católica de la

. Redefinirla, reapropiarse y trazar nuevos límites. Al igual que el mundo drag puede ser entendido como una perversión, por ser una obsesión de una idea y su desarrollo máximo transgresor del género, las catedrales, pueden ser entendidas como una de las máxima expresiones arquitectónicas de dicha 

obsesión y desarrollo máximo

y en su momento, como un desafío máximo tecnológico, como una transgresión de la ley imperante, donde quizás no es el secreto, pero sí el misterio como polo de atracción máximo y fascinante que oculta la lógica perversa. En «The Young Pope», de Paolo Sorrentino, el papa Lenny {Pío XIII}, en su primer discurso en la plaza de Venecia, bifurca la idea de Dios en dos parte: el Dios presente y el

Dios ausente

. Es la ausencia es una de las claves del misterio, el fundamento del misterio en sí mismo.
Dentro de estas máximas expresiones, es quizás donde las ideas obsesivas del cristianismo incurran en una arquitectura

objetual fetichista

que pueden derivar en el delirio y el absurdo. Con ello nos referimos a la relación entre ornamento-estructura, ornamento-envolvente, estructura- ornamento-envolvente, en el que, a través de las narrativas de la negación y del pecado, incurrían en objetualizaciones perversas. Y esto se canaliza en varios frentes a través de la

neurosis

 ....*}neurosis en el relato del pecado, en tanto en cuanto se tiene la representación del pecado que incurre en arquitectura perversa;
....*}neurosis objetual por el fetiche creado por encontrar en cada pieza de ornamento a Dios, en la recursividad de tallar cada detalle en la envolvente o en la estructura;
....*}neurosis metafórica con respecto a la grandiosidad y la monumentalidad: la iglesia siempre es más, el poder de Dios ante el mortal, la casa de Dios, la omnipresencia como la visión desde cualquier punto del pueblo/ciudad como recordatorio de que Dios te ve, Dios sabe lo que haces {todo ello lleva a las autocensuras desarrolladas anteriormente}
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Es esta última, la teoría de que el misterio es el deseo de la lógica perversa y actúa como un imán de

al poder, queda expresado en la arquitectura a través estas últimas metáforas desarrolladas. La grandiosidad, la monumentalidad. Irónicamente, éstas degeneran hacia a otro tipo de connotaciones...